viernes, 31 de agosto de 2007

UN HOMBRE, UN LEGADO Y UNA TRADICIÓN

En el año 1947, un hombre tuvo la idea de crear un paso pequeñito, réplica de aquellos que salían en la Semana Santa patoja y engalanaban las calles de la ciudad. Ese hombre era Pedro Antonio Paz, el payanes que le dio vida a las tiernas procesiones chiquitas, gracias a la imaginación de unos cuantos niños que imitaban a los cargueros, simulando llevar pasos con muñecos y Cristos pequeños.

Desde ese entonces las procesiones chiquitas se convirtieron en una tradición y muchos niños de la ciudad se entusiasman cada año al convertirse en cargueros por unas cuantas horas, mientras realizan su acostumbrado recorrido.

Don Pedro Paz tuvo dos hijos Diego y María Helena, quienes en honor al legado de su padre, decidieron crear en 1995 la Fundación Cultural “Pedro Antonio Paz Rebolledo”, una institución que se ha encargado de cultivar en los niños una tradición de más de cuatro siglos.

La Fundación Pedro Antonio Paz Rebolledo, no sólo tiene como objetivo la realización de las procesiones chiquitas, también tiene a cargo el Festival de Música Infantil que se realiza cada año en Semana Santa.

Entre sus expectativas, la Fundación planea llevar a cabo un proyecto pedagógico para que los niños de los colegios y comunas, se interesen por la historia de Popayán, su patrimonio y cultura y de esta forma sepan un poco más sobre su ciudad y puedan dar cuenta de todo lo que posee y tiene para ofrecer.

Popayán Cultural los invita a escuchar este programa para que se enteren un poquito más de ésta fundación y de Don Pedro Antonio Paz Rebolledo.

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